Las Organizaciones de la Sociedad Civil (ONG) forman ciudadanos responsables, comprometidos para trabajar en la solución de problemas sociales y han desarrollado modelos de gestión para dar respuesta a dichas problemáticas mediante el diseño de esquemas de trabajo y estructuras operativas básicas para intervenir con éxito. Por su parte, la academia se ha ocupado de estudiar el tema de las organizaciones sin fines de lucro y ha diseñado, en colaboración con las mismas organizaciones, cursos, talleres de formación de estudios, licenciatura y maestría sobre el desempeño y estrategia de las asociaciones.
Las organizaciones atienden problemas sociales relacionados con las causas y efectos de la pobreza y la desigualdad, principalmente los que tienen que ver con el desarrollo humano: la vivienda, salud, educación, empleo y alimentación. Salvo en los temas de educación que se pudiera tener más avance, el acceso a estas necesidades como un derecho básico es insuficiente en la actualidad en México, por lo que no se cuenta con una cobertura universal en prácticamente ninguno de ellos.
Los ciudadanos que se suman al trabajo de una asociación u organización son voluntarios, ciudadanos voluntarios en su definición directa. El voluntario encuentra en los programas de atención de las organizaciones sin fines de lucro, un espacio para llevar su conocimiento, experiencia y poder de convocatoria. El voluntario es una persona que produce valor agregado al desempeño social de la organización.
El 2.5% de los mexicanos realiza una actividad solidaria o voluntaria, esto significa que más de dos millones y medio de personas están en activo con una organización, de los cuales el 52% son voluntarios (Datos del INEGI). Entre las acciones representativas está el servicio en iglesias, asociación de vecinos, junta de padres de escuelas, clubes deportivos, asociaciones empresariales, organismos educativos, grupos políticos, sindicatos, universidades, organismos y asociaciones con causa social.
De acuerdo con las aproximaciones de Jacqueline Butcher en sus publicaciones de investigación del tercer sector en alianza con el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), las principales causas que atienden las organizaciones son: el medio ambiente, enfermos, indígenas, adultos mayores, migrantes, adicciones, educación, malnutrición, violencia y cultura.
Según datos del Registro Federal de Organismos de la Sociedad Civil, 39 mil ONG cuentan con la clave única de inscripción (CLUNI), de las cuales solo 8,836 cuentan con la facultad de ser donatarias autorizadas ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
La aportación solidaria de las organizaciones y voluntarios representa al país una inversión por 421,181 mil millones de pesos, datos de Instituto Nacional de Estadista y Geografía.
En el ámbito internacional, los programas de las Naciones Unidas reúnen voluntarios de todo el mundo y a través de los organismos internacionales están representados la mayoría de los países.
Se han creado secretarias que dedican su atención, presupuesto y voluntariado a problemas específicos relacionados con el bienestar de las personas y la sostenibilidad. Se diseñan indicadores para medir la pobreza y desigualdad para enfrentar sus causas. Se hacen investigaciones de gran calado en los temas de seguridad alimentaria, organización del trabajo, salud, derechos humanos, medio ambiente, y desarrollo sostenible, además de la agenda económica mundial.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dedica su trabajo al programa de seguridad alimentaria y hambre y participa en la medición de la malnutrición en el mundo. En coordinación con otras secretarias como la Organización Mundial de la Salud (OMS), elaboran un Informe sobre el estado que guarda la alimentación en el mundo, estudio realizado por equipos de diferentes países y miembros de otros organismos civiles internacionales.
Cualquier persona o institución tiene acceso a los informes sobre el estado del arte de los asuntos de las oficinas de la Naciones Unidas. Es posible revisar resultados de reuniones, acuerdos multilaterales, consultar las investigaciones, participar en eventos, congresos, declaraciones universales. La información que generan estos organismos es de máxima utilidad para orientar planes de trabajo de organizaciones locales en todo el país. Aplicar los lineamientos internacionales a modelos locales aumenta las posibilidades de éxito en la solución de los problemas relacionados con la pobreza y desigualdad.
Las organizaciones tienen un aliado en las iniciativas de las Naciones Unidas. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 son un ejemplo del trabajo coordinado desde el ámbito internacional de la Naciones Unidas y se traducen en 170 acciones para emprender, transformar y lograr mayor impacto social.
Los ciudadanos voluntarios tienen a su alcance material para entender la problemática social derivada de la pobreza y desigualdad en todas sus manifestaciones. En un país de 120 millones de habitantes, la participación social no es representativa. Los proyectos de beneficio social se construyen con la participación de todos los actores sociales: empresas, gobiernos, universidades y ciudadanos.
Jalisco tiene organizaciones de la sociedad civil bien estructuradas; todas requieren de trabajo profesional a tiempo completo y muchas de ellas dependen del trabajo voluntario. En esta nueva apertura de actividades en el contexto del Covid19, el trabajo solidario es una alternativa para hacer algo trascendente en lo personal, familiar y comunitario.